Sigo yendo al espigón cuando cae la tarde alegre me hace sentir ver a mis amigos vacilar sigo escribiendo junto al viejo balcón donde se peina el viento. Cuba, a solas con el mar una muralla hay que salvar frente a la costa. Cuba, que precio hay que pagar para poder comprar el fantasma de la libertad. Ya no calienta tanto el sol son más cortos los días huele a invierno huele a sal te voy a echar de menos de verdad paso las noches contemplando el fogón y me abandono al fuego. Cuba, a solas con el mar una muralla hay que salvar frente a la costa. Cuba, que precio hay que pagar para poder comprar el fantasma de la libertad.