Amanece en la prisión de todos los deseos un llanto que despierta a tu corazón, Me susurra que hay amor en medio de la soledad, cruzando a nado el mar. A la sombra del dolor se oculta tu calor huyendo hacia algún lugar. El invierno llegará, tu piel me arropará si dejas que camine junto a ti. En mis sueños tus caricias se convierten en deseos que recuerdan lo vivido y que nunca olvidaré. Sentimientos que se funden cuando el Sol calienta el amanecer. Mientras, yo te esperaré. Hoy conozco el viento que me hizo naufragar y, aislado, me acompaña sólo la amistad. Tengo sed de comprensión, tú me puedes saciar acariciándome. Mil estrellas portaré, sólo una brillará cegando a la locura del placer, y en mi celda lucharé y en ríos te veré con reflejo de atardecer.