Puedo ver el fuego de un volcán, quemando la ciudad, hundiéndola en el mar... gritos histéricos. La miseria vive en su mansión navajas de cartón un cuerpo en un rincón... el desaliento. Son navajas de cartón pero en tú corazón se hunden sin remedio. Son navajas de cartón pero en tú corazón se hunden sin remedio. Siempre van entre la oscuridad tratando de ocultar el brillo del metal entre sus dedos. El caballo empieza a cabalgar sin riendas que agarrar solo en la oscuridad y en el silencio. Son navajas de cartón pero en tú corazón se hunden sin remedio. Son navajas de cartón pero en tú corazón se hunden sin remedio.