La luz definitiva no es posible. La sombra es el recinto, lo oscuro es el designio de la estrella que suma rayo a rayo la blancura de todo lo que existe. La vida es una tregua y la noche es lo que impera en la materia del relámpago. El triunfo es del crepúsculo. El día es ilusión sobre las aguas delirando. El fuego y el instante son lo mismo. La patria de los soles es espacio que se instala en la penumbra de la muerte. La suma de los astros es igual a lo nocturno. La extraña luz es isla, insólita verdad de las tinieblas.