Me cansé de rogarle, me cansé de decirle que yo sin ella de pena muero. Ya no quiso escucharme. Si sus labios se abrieron fue pa' decirme: "Ya no te quiero". Yo sentí que mi vida se perdió en un abismo profundo y negro como mi suerte. Quise hallar el olvido al estilo Jalisco, pero aquellos mariachis y aquel tequila me hicieron llorar. Me cansé de rogarle. Con el llanto en mis ojos alcé mi copa y brindé por ella. No podía despreciarme si era el último brindis de un bohemio por una reina. Los mariachis callaron. De mi mano sin fuerza cayó mi copa sin darme cuenta. Ella quiso quedarse cuando vio mi tristeza, pero ya estaba escrito que aquella noche perdiera su amor. Ella quiso quedarse cuando vio mi tristeza, pero ya estaba escrito que aquella noche perdiera su amor