El peligro es algo más que un par de golpes, el peligro es no saber a donde ir, el peligro es no encontrar jamás un sitio y sentir que ya llegaste sin salir. El peligro es el fantasma que planea sobre aquello que juraste un día alcanzar y te ata de las manos mientras graba en tu pellejo una cifra, una letra y a volar. Y correr dicen que es cosa de cobardes, pero todos somos carne de cañón, yo lo soy y no me importa, confesar que más que nadie, pero aquí quien no es cobarde por amor. El peligro es perder a quien se ama, con la furia que desata el huracán, comprobar que en casa ya no espera nadie y que no hay nadie a quien puedas esperar. El peligro es cuando queman las entrañas, por amor o desamor que más me da, y el valor se te hace escarcha y el aire explota y amarga en tu pecho por la mujer que se va. En tu pecho por la mujer que se va. Y correr dicen que es cosa de cobardes, pero todos somos carne de cañón, yo lo soy y no me importa, confesar que más que nadie, pero aquí quien no es cobarde por amor.