Pena, pena, pena, ¡ay, qué pena! Las penas no se reparten, (bis) Que solo y con media pena No se va a ninguna parte. ¡Ay, esta guitarra, plaza sonora de mi dolor! La prima le quiere dar un capotazo al bordón, Porque el bordón, como un toro del sentimiento mayor Va repartiendo profunda cornada al corazón. De tu cárcel de seis rejas, Sal si puedes, soleá, Para ver si puedes darle Compañía a mi soledad. A tu puerta está llamando Un río de agua y de pena, Ábrele, guitarra, y dile Cómo se matan las penas. (bis) Y tú, despierta, despierta, Y ponte a considerar Si tiene remedio el llanto, Cantando por soleá. (bis)