Oye la canción del fuego, cuando brilla la fogata bajo el esplendor del cielo sobre la montaña. Óyelo cómo crepita, cuando la brisa lo agita al soplar entre los pinos de la sierra huraña. Entre la cortina de las ramas del pinal, penetra el humo de la resina cual serpentina levantada en espiral. En la flor de fuego, al mirar encontrarás diablitos rojos que saltan cojos y se retuercen al alzarse más y más. Los diablitos de la lumbre silban al tirar ardientes chispas que como avispas se van volando con encargo de incendiar. El conjuro de los diablos es causar el mal echando fuego por todo el bosque, y hacer que enrosque las ramitas del pinal.