Convocado al panel de tus sombras y luces Te advierto en madrugada, mi sola Buenos Aires Con el último hombre primero que arquitecta tristezas como brumas de puerto Devorao a la vera de tu espalda, de frente Iniciada hace siglos Hace nada Hace tiempo Un penúltimo perro dobla un ángulo en Piedras Siempre el perro que pasa Siempre el árbol que piensa Una Luna desnuda se demora en la puerta Blanquiverde es el muro de la casa de enfrente Rasga el paño-silencio un reloj de patriarca, campanario de hueso que conjuga un fantasma Te transito de nuevo De nuevo te desando mi Buenos Aires-tiempo En verbo Soledades Y ahora En madrugada