Para soportar las penas que nos dejan siglos de hambre, el pueblo, además del pulque, se bebe su propia sangre. Le pido al cielo que se sequen los magueyes, esos magueyes son causa de mi desgracia: soy muy borracho y a naiden le caigo en gracia. ¿Por qué no me ama la mujer que tanto amé? Pido una copa, la tomo con apetito; luego pido otra, se me hace poco y repito; salgo a la esquina y luego les pego un grito: "¿Por qué no me ama la mujer que yo adoré?" +++ Para soportar las penas que dan sexenios de bueyes, el pueblo tiene el refugio que le brindan los maqueyes. Si me emborracho a naiden le importa nada; si echo mis pulques es con mi pura fierrada; echo mis tragos pa' ver si ya no me acuerdo de aquella joven, a esa que yo tanto amé.