Los conejos mañaneros se levantan los primeros, y meneando la colita se van. Van al horno pues les gusta trabajar de panaderos amasando con sus patas el pan. ¡Vamos a ver si nos dan para pan, para pan, para pan! ¡Saboreando es un festín pimpirín, pimpirín, pimpirín! Los conejos panaderos hacen roscas y rosquitas porque usan sus colitas también. Muy temprano, aún obscuro, la tahona que bien huele esparciendo el aroma del pan. Los conejos, con sus patas, con su manos, con sus rabos, afanosos en la harina están. ¡Vamos a ver si nos dan para pan, para pan, para pan! ¡Saboreando es un festín pimpirín, pimpirín, pimpirín! Si te gusta el pan dorado, calientito y delicado, gracias debes dar ya sabes a quien.