El hielo cubre la ciudad, el cielo ya no existe aquí. Un congelado amanecer tiñe de blanco hasta mi hogar. Cuando la luz ya no puede llegar la gente en vano se pone a rezar. No es el diluvio, no es el infierno, voy a perforar el hielo, voy a remontarme al cielo para observar hoy todo el hielo en la ciudad. Siendo las doce en mi reloj parece haberse puesto el sol. Inmóvil ha quedado un tren entre el hielo de la estación. Mientras no hay nadie que pueda ayudar los niños saltan de felicidad No es el diluvio, no es el infierno, voy a perforar el hielo, voy a remontarme al cielo para observar hoy todo el hielo en la ciudad.