Para que no se diga que soy como la hormiga me abrazo a la guitarra igual que la cigarra. Casi no distingo lunes de domingo desde que dejé de trabajar para cantar. Ojalá mi rima merezca vuestra estima, que la tal guitarra nunca os dé la tabarra, que encontréis a mi canto, el suficiente encanto porque os lo tengo que malvender para comer. Ya que, Dios mediante, me lo monto de cantante, vaya por delante que le pido a la canción mi nutrición. Por no dar testimonio del santo matrimonio me abrazo al adulterio casándome en estéreo. Y algún que otro día en cuadrafonía, y, aunque no todo es música celestial, no me va mal. Ojalá mis bodas resulten bien con todas, que ninguna se enrole para aumentar mi prole. que no causen mis besos trágicos sucesos, que no me deja tiempo de ir a la Paz tanto rapaz. Ya que, Dios mediante, será usted mi nueva amante, vaya por delante que le pido a su pasión moderación. Y por no echar mi voto en cualquier saco roto me abrazo a la quimera que no lleva bandera. Un viejo residuo tengo de individuo que, en vez de hacia a la cola de ir a votar me lleva al bar. Ojalá me ausencia colabore en conciencia con la papeleta que cada cual meta y que haya mejores administradores y que María Cristina sea ejemplar al gobernar. Ya que, Dios mediante no me veo de votante, vaya por delante que le pido a mi abstención campo de acción.