Amigos como tú y yo volverán a encontrarse por cualquier inventado rincón que el instante desande. Tal vez otra mañana de sol cierta o imaginada con muy poco brillo en la voz y añeja la mirada; pero amigos como tú y yo conocen la llamada. Amigos como tú y yo volverán a acercarse, subirán al celeste escalón sin apenas tocarse. Despertarán al duende patrón de las cosas perdidas reclamándole olvido y adiós para las despedidas; porque amigos como tú y yo desbordan lejanías. Amigos como tú y yo volverán a juntarse, la distancia propicia, un olor que ni el tiempo deshace. Compartirán más tarde el sabor a domingo y nostalgia y mantendrán a punto el vapor para las añoranzas: es que amigos como tú y yo son milagros del alma.