Hace ya algún tiempo te vengo observando un raro misterio en tu modo de ser. Si algo me retraso te encuentro con trompa, si vengo pasado ni me querés ver. Si me siento alegre y cacho la viola me parás el carro, yo no se porqué. Te inventás diez nombres de minas cualquiera; si falta que digas que tengo un harén. Tenemos que abrirnos, no hay otro remedio, es un caso serio tu modo de amar. Tenemos que abrirnos, amistosamente, no es vida decente broncar y broncar. Tenemos que abrirnos, hemos terminado las que has aguantado te las pagaré con buenos recuerdos, diré que sos buena, que es grande mi pena, pero que le vachaché. A veces, dormida, soñés en voz alta, me decías de todo, mordés el colchón. Yo te doy soguita, hasta que cabrero te despierto suave con el cinturón. Si te pido ropa te haces la mañera haciéndote ideas muy malas, quizá. ¡Upa! ¡Que carácter! ya no hay quien te aguante, si tenés más vueltas que línea 'e tranway.