Estoy en el puente de mi carabela y llevo mi alma prendida al timón. Un soplo de amores empuja mi vela y zarpo cantando y zarpo cantando divina canción. Ni marco mi ruta ni llevo camino por donde mi nave ha de navegar. Yo sé que sin rumbo me lleva el destino y será un día mi nave, será un día mi nave la reina del mar. Que marque mi ruta el ave que vuela la estrella errante o el raudo ciclón. Yo quiero ver limpia mi fúlgida estrella y será un día mi nave, será un día mi nave la diosa del mar.