Su majestad, el matarife de Dios, primero él y después vos. Va, en combustión espiritual tratando de ser el nuevo, papá, justo a veinte años del adiós. Frutos de estación de tentación, Entrega maternal a un nuevo semidios. ¿Cuánto vale hoy tu confesión? ¡Ay, si volvieras acá no podrías creer qué pasó! ¡Hoy, sos el morbo pasión, capo del algodón, bandera y ringtone! Glicinas de un día de sol de ayer, ¡un ángel pasó por acá! ¡Ay, si volvieras acá no podrías creer qué pasó! ¡Ay, si volvieras a estar no podrías creer que pasó! Luz de oficinas por vos, se apagó el camarín, ¡muerto a laburar!