Si cierro los ojos es fácil no ver que el amor llegó a su final que se apagó el fuego entre los dos y ahora sólo queda el dolor. Las flores blancas que planté por ti se han vuelto rojas de tanto sufrir se caen las hojas de tanto esperar las caricias que nunca volverán. No es fácil dejar atrás momentos de felicidad recuerdos de un mundo de amor que jamás debió terminar. La llama que en un cielo azul encendió mi corazón y en mi pecho pude oír que nuestro amor nunca tendrá fin. Si abro los ojos puedo descubrir que caen las hojas del otoño gris que hay nubes bajo el cielo azul y que el amor no siempre es así. Suenan las campanas de la catedral camino por las calles sin mirar atrás la lluvia que cae me invita a soñar