Rayo de luz, no me odies más porque robé tu última virtud, y si crees que al final todo ya murió no olvides las flores para el funeral. Y me estás ahogando en amor, y me estoy quemando en amor. Rayo de luz no me odies nunca más. Pero igual sigo riéndome ja, ja, riéndome por no llorar; y si ahora ya no me queres, alguien mas lo hará, y le rompo el candado al corazón. Porque ya no voy a estar solo nunca más y me siento asquerosamente bien. Y me estás ahogando en amor.