Parecía un típico domingo. Afuera llovía, hacía frío tenías que irte esa tarde era una movida inevitable. Yo fingía que a mi me parecía la cosa mas natural del munco pero estava muy muy muy bajoneado pero no quería entristecerte mas. Y en la calle un sólo taxi con la radio al remango escuchaba un partido en el que el visitante ganaba tres a dos. Te llevaba abrazada. Te contaba mis hazañas de cuando tenía diez años y creía que era mucho mas fácil vivir. Nos fuimos temprano al aeropuerto y volví desolado y seguía lloviendo. Yo tenía que quedarme en México casi dos meses sin poder verte. Y en la calle un sólo taxi con la radio al remango escuchaba un partido en el que el visitante ganaba tres a dos. Te llevaba abrazada. Te contaba mis hazañas de cuando yo tenia diez años y creía que era mucho mas fácil vivir.