En prisión estaba Bernat Metge, era su tercer cautiverio y para pasar el tiempo distraídamente se dedicó a redactar ciertas recetas de gran valor. Fue en el año del Señor de mil trescientos noventa y siete, u ocho, cuando escribió esta "medicina" que sirve para no curar nada de nada. "Medicina" hecha por Bernat Metge, apropiada a todo mal: Tomad un bostezo de estornino y dos onzas de besturri mezclado con un poco de gingurri y dos sueldos de baquiqueu. Si queréis tener un "Me amáis" mucho más os valdrá compota; después, tomad una almorzada de humo de paja remojada, pero haced que en todo caso Ganet se halle presente; y pasadlo todo a un lugar limpio, cubierto con un tarararat; después, reducidlo a polvo y pasadlo por un cedazo bien fino. Y, si añadís arriboràs, mucho mejor sabor tendrá. Mezclad granos de moscatel con dos cuartos de buen bardufai, y algunos cabellos de Mardufai con las muelas de Gedeón; y mezclad con un pipiu unos pelos de la barba de Absalón; y si podéis hallar lágrimas de David, no las ahorréis. Y después tomad dos panes de madres que hayan sido bien secados al sol. Si maestre Bernat Oriol os quiere prestar la túnica blanca, libre y salva de mal quedará de inmediato vuestra persona; y, si maestre Germà os da un trozo de su túnica amarilla, hacedlo macerar todo antes de que llueva con los materiales antes mentados, que ya deben estar preparados previamente; y después haced con ello una poción -no sé de otra en el mundo que pueda oponérsele- que vuestro mal haga huir.