Esos besos de amor me hacen tanto daño que me hacen odiar el amor, esas frases ardientes me queman tanto que ojalá no me hablaras de amor. Y te ríes y estás confiada en que no pasa nada, que yo soy así y te duermes tan plácidamente porque no sospechas que yo descubrí que: Mientes, cuando dices que me amas, cuando corres a mis brazos, cuando me miras de frente y me besas dulcemente lo siento pero mientes y yo vuelvo la mirada, para que decirte nada si te voy a amar igual. Esta mezcla maldita de amor y odio me hace a medias feliz e infeliz, tú me quitas y luego me entregas todo, y no se si llorar o reír. Tú me miras con cara de niña y yo me resigno qué más puedo hacer y si hay algo que sé que maldigo es haber sabido amor, como sé que: Mientes, cuando dices que me amas, cuando corres a mis brazos, cuando me miras de frente y me besas dulcemente lo siento pero mientes y yo vuelvo la mirada, para que decirte nada si te voy a amar igual. Y si tengo lo que quiero al fin y al cabo, que me importa qué es mentira y qué es verdad. Mientes, cuando dices que me amas, cuando corres a mis brazos, cuando me miras de frente y me besas dulcemente lo siento pero mientes y yo vuelvo la mirada, para que decirte nada si te voy a amar igual. Mientes, cuando dices que me amas, cuando corres a mis brazos, cuando me miras de frente y me besas dulcemente lo siento pero mientes y yo vuelvo la mirada, para que decirte nada si te voy a amar igual.