Sé que no está bien perder la fe, quién te ha visto quién te viera y quien te ve, lo que hay que hacer es no beber y dormir lo necesario. Ves como estoy bien, es sólo que no me siento muy capaz de soportar la humanidad, no pienses mal, se me pasa en un pispás si no salgo nunca más. Y cada vez que pienso en ti las cuentas salen al revés. Qué puedo hacer, si me merezco la hecatombe nuclear, en la habitación, entre tú y yo, la vas a desear. Y qué puedo hacer, ni celebrando una misa en la catedral. No hay dos sin tres, y los enanos ya me vuelven a crecer. Soy el mejor, coinciden siempre en eso todas las mamás. Ay qué ilusión, con la ilusión se teje el monje su calzón. Crucifixión, la solución, para uno de los dos.