La soledad... Hoy me ha venido a preguntar. ¿Dónde estás cuando contigo quiero hablar?. Le respondí..., que no sabía qué decir. Me sonrió... Y se fue por donde ella llegó. Y amanecí... Intentando comprender mi error. Que nació... De esquivar cualquier explicación por eso hoy... Me dejaré sumergir por el dolor que causa cualquier resignación. ¡He pensado tanto! Que ahora ya no tengo pensamientos. ¡He sentido tanto! Que ahora ya no tengo sentimientos. Murmurado tanto... Que ahora murmura mi silencio. ¡He perdido tanto! Que ya no gano ni en mis sueños. Dejé de soñar... Porque nadie prometió un despertar del sabor que deseo en mi inmersión. Imitaré si... A esas personas que saben sonreír. Dejaré de crecer... ¡Abandonaré toda expresión! ¡He llorado tanto! Que las lágrimas ya no caen al suelo. He buscado tanto... Que ni los tesoros llevaban oro. ¡He hablado tanto! Que las palabras volaron solas. He prometido tanto... Que las promesas me llaman... ¡Embustero!, ¡Embustero! Embustero, Embustero...