Y me rodean amigas altas, bajas, guapas y feas resistentes pero desarmadas, buenas y malas y algún que otro día, sólo cansadas. A toda prueba viejas como la esfinge y nuevas, nuevas les gusta ser tan altas como la luna, pero también volverse pequeñitas como aceitunas. Que transforman lo eterno en cotidiano que conviven sin miedo con la muerte que luchan cuerpo a cuerpo con la suerte hasta lograr que coma dulcemente de sus manos. Y me rodean amigas ay, ay, amigas dulce esperanza de la sed amantes siempre vivas dorado manantial de espigas y me rodean amigas ay, ay, amigas diosas del agua y de la miel valientes fugitivas del edén. Lloran sin rabia envejecen haciéndose mas sabias saben coger la vida por los cuernos, pero también correr para no verse en el infierno. Con su ternura funden el corazón de la amargura y como todos, quieren que las quieran más, que bien saben tener la soledad de compañera. Que transforman lo eterno en cotidiano que conviven sin miedo con la muerte que luchan cuerpo a cuerpo con la suerte hasta lograr que coma dulcemente de sus manos. Y me rodean amigas ay, ay, amigas dulce esperanza de la sed amantes siempre vivas dorado manantial de espigas y me rodean amigas ay, ay, amigas diosas del agua y de la miel valientes fugitivas del edén. Amigas ay, ay amigas.