He poblado tu vientre de amor y sementera, He prolongado el eco de sangre a que respondo Y espero sobre el surco como el arado espera: He llegado hasta el fondo. Espejo de mi carne, sustento de mis alas, Te doy vida en la muerte que me dan y no tomo. Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas, Ansiado por el plomo. Escríbeme a la lucha siénteme en la trinchera: Aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo. Y defiendo tu vientre de pobre que me espera, Y defiendo tu hijo. Es preciso matar para seguir viviendo. Un día iré a la sombra de tu pelo lejano. Y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo Cosida por tu mano. Para el hijo será la paz que estoy forjando. Y al fin en un océano de irremediables huesos Tu corazón y el mío naufragarán, quedando Una mujer y un hombre gastados por los besos. He poblado tu vientre de amor y sementera