Tú me acostumbraste a todas esas cosas, y tú me enseñaste que son maravillosas. Sútil llegaste a mí como una tentación, llenando de ansiedad mi corazón. Yo no comprendía cómo se quería en tu mundo raro y por tí aprendí. Por eso me pregunto al ver que me olvidaste, porqué no me enseñaste cómo se vive sin tí.