Por falta de memoria y no de interés se dejaron en mi tripa un tablero de ajedrez. Operó mi nariz un experto en cirugía y por despiste me hizo una lobotomía. Las armas las carga el diablo, igual que los cerebros de algunos cirujanos. Alí Baba y los cuarenta doctores. ¿Científicos o apandadores? Fallo casual, error involuntario. Los dedos del pié cosidos en el labio. No digas lo que te duele que tu médico puede ser Mengele. Yo era guapo y elegante y ahora parezco el hombre elefante. Yo que lo tenía todo ahora soy Quasimodo.