Allá en el viejo bosque hay una casita, si vas allá te has de asomar, y por la ventana en el interior, verás muchos perritos con su profesor. Don Pimpirulando les está enseñando, los perritos quieren aprender paran las orejas y menean los rabos y se aplican mucho a leer. Si pongo una M, después una A, y luego las repito, dirá MAMÁ. Se rieron los perritos de tal facilidad y todos juntos deletrearon: Au, áu, áu, áu, áu! Si pongo una P, después una A, y luego las repito, dirá PAPÁ. Se rieron los perritos de tal facilidad y todos juntos deletrearon: Au, áu, áu, áu, áu!