El reloj prosigue su cadencia silenciosa El esconde el vientre donde se gesta el amor Va sangrando sobras de este tiempo enfurecido Carga en sus agujas el presagio de este adiós. Creo que a tu rostro lo encontré en esta guerrilla Bajo de la lluvia, embarrado de dolor Mi fusil primero es tu escuela bien parida Su verdad motiva mi guitarra y su canción. Ella y yo solemos recordarte en el silencio Ella y yo sentimos que jamás viene el final Juntos recorremos las heridas del misterio Gestos y utopías la verdad de la verdad. No me esperes nunca recostada en el enero Puede que me porte como un perro de ciudad Sin adiós, sin tiempo, sin reloj, ni sustantivos Y me marche ausente sin volver la muerte atrás. Suelo emborracharme con promesas sin destino Con niños que juegan empapados en verdad Con un continente que resiste esta mentira Con un canto nuevo que sepulte la maldad. Canto con silencios, con olores y sonidos Canto que no espera nada del banco mundial Grito desmedido que atraviesa las galaxias Febrero silvestre que navega el carnaval. Te cuento que el viento suele dibujar tu nombre En la tierra espesa que mis pies suelen pisar En el mar callado de rincones y secretos En las hojas triste que el otoño ha de sembrar.