La conocí un Domingo hablamos de pasión, le pregunte su nombre y muchas cosas mas. El Lunes fue un fracaso no vino ya lo se, porque al otro Domingo de nuevo la encontré. Así comienza nuestro amor en primavera, cundo las rosas del rosal son como Celia. Ahora solo me pregunto... quizás te quiera y no hago mas que repetir tu nombre Celia. Entramos juntos a la iglesia por vez primera para que Dios desde el altar nos bendijera. Ahora el tiempo lo dirá, que yo con Celia no nos separaremos mas, que Dios no quiera.