La luz se está muriendo en llanto de gaviotas. Último sol de tarde besa labios del agua. Pintada en blanco muro sombra de un limonero. El garbino despeina los árboles peinados. La mar respira calma. La mar respira calma. Colores ya cansados desean noche clara. Por poniente se acercan nubes a la montaña. Por sendas viejas de aire se pierden amplias alas. Donde cela la música cielo y tierra se abrazan. La mar respira calma. La mar respira calma. Callaron lentamente voces vivas de tarde. Me sentí hecho de viento, de horas vagas y suaves. Y toco la mirada que leía la página del libro de mi vida que ahora ha sido arrancada. La mar respira calma. La mar respira calma.