Por cuatro estrellas de papel me arrojas contra ese cañón Quién va a decir que era yo el que brilló Entre tus lunas de cartón Amando tu silla y tu voz. Quién va a pensar que entre los dos hubo un rosal. Por cuatro signos sin revés; tu pez, tu espejo y mi reflejo Yo saltaré dejándote en la alta torre Y buscaré la fecha al pie, De esta edición de un corazón. Me arrojas contra ese cañón Pero no ordenas disparar, Blandiendo tu rabia solar.