De este lugar cuentan leyendas e historias y juran que así ocurrieron. Siglos atrás, las tropas del rey en sangrienta batalla a un joven de muerte hirieron. Y el rey con crueldad así le encerró, su herida mortal no obtuvo perdón, y en el suelo esperó la muerte sin ver la luz del sol. Sin fuerzas ni voz vio a una bella mujer que con pena llegó hasta su celda. La muerte burló, su corazón ahora ciego de amor comenzó a latir con más fuerza. Ella hija del rey, él un simple ladrón. El destino, tan cruel, les robó el corazón, en aquella prisión y lejos de ver la luz del sol. -Déjame morir en tus brazos y así un instante tal vez podré ser feliz. Esta vez la vida se ríe de mí y ahora toca a su fin aunque quiera vivir.- -Quiero ver tu rostro otra vez. Ahora se que siempre estaré junto a ti aunque vaya a morir.- Dicen que ella escapó con su joven ladrón, pero el rey les halló, y con furia y dolor, ante un beso de amor, a los dos con su espada atravesó. -Déjame morir en tus brazos y así un instante tal vez podré ser feliz. Esta vez la vida se ríe de mí y ahora toca a su fin aunque quiera vivir. -Quiero ver tu rostro otra vez. Ahora se que siempre estaré junto a ti aunque vaya a morir.- Cuentan que en las noches de invierno se ve nacer una flor donde no llega el sol. Por amor sus almas unidas están y se pueden amar para la eternidad. Puede ver su rostro otra vez, y saber que siempre estará junto a él, junto a él...