Quédate buscando la espiga que arrastró el viento vistiendo mi piel con espuma de nuestro padre. Quédate en mi cuerpo con el idioma del silencio mi piel te seguirá en tu huella la de mi padre. Deja que entre el sol otra vez y después nos iremos corriendo tras el padre sol. Dormida en la arena caminaré sobre las aguas tu mano seguirá en mi mano y en nuestro padre. Donde vive el viento y donde el sol forma la luz donde tus ojos miran fijos con nuestro padre . Deja que entre el sol otra vez y después nos iremos corriendo tras el padre sol. Deja que pinte la tierra de luz y que abrace mis ojos sin dejarle ir padre sol.