Quiero mirarme en tus ojos, para saber que me espera, cuando me pidas que me muera. Quiero llenar de despojos, nuestro castillo de arena, dejar que lloren las goteras. Quiero enterrarme en tus caderas. Quiero ponerte en remojo, dentro de un charco cualquiera, que se te pudra la madera. Quiero quemar los rastrojos, que dejas cuando envenenas, con tus palabras mi carrera. Quiero enterrarme en tus caderas, y pasar la noche entera, dibujando primaveras, y en mi pecho un ataúd. Quiero sacar de mi chistera, cien palomas mensajeras, que se aprendan la manera, de llegar donde estas tú. Quiero romper los cerrojos, que guardan tu madriguera, quiero comerte toda entera. Quiero pinchar con abrojos, las dos ruedas delanteras, de tu sonrisa de ramera. Quiero enterrarme en tus caderas, y pasar la noche entera, dibujando primaveras, y en mi pecho un ataúd. Quiero sacar de mi chistera, cien palomas mensajeras, que se aprendan la manera, de llegar donde estas tú. Quiero enterrarme en tus caderas, y pasar la noche entera, dibujando primaveras, y en mi pecho un ataúd. Quiero sacar de mi chistera, cien palomas mensajeras, que se aprendan la manera, de llegar donde estas tú. Quiero enterrarme en tus caderas. Dibujando primaveras. Quiero sacar de mi chistera, cien palomas mensajeras, que se aprendan la manera, de llegar donde estas tú.