Toda la ternura me darás, si te ofrezco ser, parte de tu cuerpo... y ya al acariciarme me darás, los espejos que son, en tu día del alma... Mientras oigo trinos voces, oigo más, son aquellos, los Dioses que nos escuchan... No estoy atado a ningún sueño ya... las habladurías del mundo, no pueden atraparnos... Veo las palabras nunca son, lo mejor para estar desnudos, ni la anaconda es como el buey, ya no hay más, reyes de la selva... Toda la ternura me darás, si te ofrezco ser, parte de tu cuerpo... No estoy atado a ningún sueño ya... las habladurías del mundo, no pueden atraparnos...