Vos sabés que fuiste para mi la luz de cabeza alocada... El porque de mi pobre vivir que ayer alimentaste de amor... ¡Muñequita de trapo que yo adoré santamente!... ¡Y fingías quererme! ¡Mentira, mentira, no tienes perdón! Me preguntan cuales son las causas por que vos quebraste mi felicidad... Por qué razón fatal vos me causaste tanto mal... No te vengo a mendigar cariño que tal vez a otro le entregaste como a mí... ¡Ni mi arrepentimiento de haberte querido así!... Y pensar que yo te vi llorar de amor, entre mis brazos de hombre... Te escuché jurarme tu querer por todo lo más grande que hay... Por tu santa viejita que Dios tenga en la gloria. ¡Y eran todas mentiras, mentiras, mentiras de mala mujer!