Harto ya de estar harto, ya me cansé de preguntar al mundo porqué y porqué, la rosa de los vientos me ha de ayudar y desde ahora vais a verme vagabundear, entre el cielo y el mar vagabundear. Como un cometa de caña y de papel me iré tras una nube para serle fiel, a los montes, los ríos el sol y el mar a ellos que me enseñaron el verbo amar, soy palomo torcaz, dejádme en paz. No me siento extranjero en ningún lugar donde haya lumbre y vino tengo mi hogar, y para no olvidarme de lo que fuí mi patria y mi guitarra la llevo en mí, una es fuerte y es fiel, la otra un papel. No llores porque no me voy a quedar me diste todo lo que tú sabes dar, la sombra que en la tarde da una pared y el vino que me ayuda a olvidar mi sed, que más puede ofrecer una mujer. Es hermoso partir sin decir adiós serena la mirada, firme la voz, si de veras me buscas, me encontrarás, es muy largo el camino para mirar atrás qué más da, qué más da, aquí o allá.