Porque sé lo que sufriste, porque sé lo que he sufrido... Yo sé bien que me quisiste y también que te he querido... A mi lado no tuviste esplendor... Yo era pobre y no te daba más que amor... Mas... tus veinte primaveras... eran joyas verdaderas... corazón... Alma mía... no era lujo, ni las sedas, ni el dinero... Alma mía... que a mis brazos te arrojaron traicioneros... Fue tu amor... fue tu inocencia que brotó como una flor... Con mis versos vos soñabas que eras rica... Qué importaba todo el oro en aquella pieza chica... Cariñito... que pobreza más injusta yo te he dado... pero amar en la miseria no es pecado... corazón... Y hoy, que lujos y dinero puedo darte, esta vida puso aparte nuestro sueño... nuestro amor... Yo no sé por qué senderos... Yo no sé por qué camino... En qué extraños remolinos nos perdimos para siempre... Sólo sé que comprendiendo tu valor... te dejé para salvarte, pobre amor.. La miseria es cosa fuerte, Merecías mejor suerte... Corazón...