La calle se me hace estrecha con la alegría que tengo, sin haberlo imaginado, cariño mío, te encuentro. Ir y venir luchando por las cosas más queridas si bien nos gastó las manos nos deja abierta la vida. Para qué seguir rodando como la piedra al vacío, yo aprendí que caminando puedo conquistar lo mío. Ahora, cariño mío, con esta alegría inmesa no me separo de ti aunque la calle sea estrecha.