Fui soldado de Francisco Villa de aquel hombre de fama inmortal que aunque estuvo sentado en la silla no envidiara la presidencial. Ahora vivo allá por la orilla recordando aquel tiempo inmortal, ayayay, ahora vivo allá por la orilla recordando a Villa allá por Parral. Yo fui uno de aquellos dorados que con tiempo llegó a ser mayor en la lucha quedamos lisiados defendiendo la patria y honor. Hoy recuerdo los tiempos pasados que peleamos con el invasor ayayay, hoy recuerdo los tiempos pasados de aquellos dorados que yo fui mayor. Mi caballo que tanto montaba en Jiménez la muerte alcanzó una bala que a mí me tocaba a su cuerpo se le atravesó. Al morir de dolor relinchaba por la patria la vida entregó ayayay, al morir de dolor relinchaba cómo le lloraba cuando se murió. Pancho Villa te llevo grabado en mi mente y en mi corazón y aunque a veces me vi derrotado por las fuerzas de Álvaro Obregón siempre anduve como fiel soldado hasta el fin de la revolución ayayay, siempre anduve como fiel soldado que tanto ha luchado al pie del cañón.