No diré que fue un infierno, pero tampoco fue tierno, conseguir un poco de aire y respirar. A pesar de que invierno la humedad rompe los huesos, y en verano el sol te juzga sin piedad. Aun así te odio y quiero. Amo el azul de tu cielo, aunque a veces no demuestres su color. Y yo que llevo escrito en la cara mil guerras y una ganada que es estar dentro de ti. Daré bien empleado el largo paso de años, mientras siga respirando el despertar. De tus ojos que a la luz del día me tiran de la cama sin piedad. Aun así te odio y quiero. Amo el azul de tu cielo, aunque a veces no demuestres su color. Y yo que llevo escrito en la cara mil guerras y una ganada que es estar dentro de ti. Y los coches y la gente y la lluvia en el cristal, saben bien lo que es vivir en ti ciudad. Avenidas de gigantes calles desnudas sin luz el amor de una y mil vidas eres tú. Y yo que llevo escrito en la cara mil guerras y una ganada que es estar dentro de ti.