Cogollitos amarillos sobre un verde de pichana prepárate corazón que vamos llegando a Tama. Desvelado anda en la noche por ese pago llanero aquel amor corajudo de la Victoria Romero. Como guardia silencioso de montonera riojana forman filas en la plaza los tamarindos de Tama. Cuando vaya por los llanos hacete amigo del viento que te cuente las historias que se fue llevando el tiempo. A la niña de la brea enamorada del tala quiero dejarle esta zamba para Rosario de Tama.