Estás volviendo a las Carpas, donosa del Carnaval, buscando el amor perdido: el que se ha ido sin regresar. ¿A dónde irás que no encuentres motivo de soledad? Quedate bajo la lona, que ya amontona felicidad. ¿Quién te olvidó, donosa del Carnaval? Llevate, como consuelo, ese pañuelo que te ofrecí. Bailando con esta zamba, tus penas no volverán. Las noches carnavaleras son consejeras para olvidar Cantemos, que no se acabe el tiempo del Carnaval. Que tenga la calle harina y serpentinas pa' enamorar.