Tuviste que decirme adiós, Calles hundidas a mis pies. Para echarte en falta Hasta la muerte. Y yo bailando Al ritmo de mis zapatos negros Como una veleta Fiel al viento Corazón de tango tengo El cuerpo de jota Y soy, un aprendiz de sinvergüenza En brazos de la soledad Vendió su alma al diablo Y tu y yo brindando Por un adiós. Vamos a engañarnos Y dime mi cielo Que esto va a durar siempre. Perderme en tus brazos Dulce locura, Tú mi droga más dura.