No lo creo todavía, estás llegando a mi lado y la noche es un puñado de estrellas y de alegría. Palpo, gusto, escucho y veo. Tu rostro, tu paso largo, tus manos y, sin embargo, todavía no lo creo. Tu regreso tiene tanto que ver contigo y conmigo que por cábala lo digo y por las dudas lo canto. Nadie nunca te reemplaza y las cosas más triviales se vuelven fundamentales porque estas llegando a casa. Sin embargo todavía no puedo creer mi suerte, porque el cielo de tenerte me parece fantasía. Pero venís y es seguro. Y venís con tu mirada. Y por eso tu llegada hace mágico el futuro. Y aunque no siempre he entendido mis culpas y mis fracasos, en cambio sé que en tus brazos el mundo tiene sentido. Y si beso la osadía y el misterio de tus labios no habrá dudas ni resabios, te querré más todavía