Tu silueta, va caminando, con el alma triste y dormida ya la aurora no es nada nuevo, a tus ojos grandes y a tu frente ya el cielo y sus estrellas, se quedaron mudos lejanos y muertos a tu mente ajena. Nos hablaron una vez cuando niños, cuando la vida se muestra entera, que el futuro, que cuando grandes ahí murieron ya los momentos, sembraron así su semilla, y tuvimos miedo temblamos y en esto se nos fue la vida. Cada uno aferrado a sus dioses producto de toda una historia los modelan y los destruyen y según eso ordenan sus vidas en la frente les ponen monedas y en sus largas manos les cuelgan candados letreros y rejas.