Seguro que los diarios No lo preguntarán ¿los árboles serán Acaso solidarios? ¿Digamos el olivo de Jaén Con el terco quebracho de Entre Ríos? ¿O el triste sauce de Tacuarembó Con el castaño de Campos Elíseos? ¿Qué se revelarán de árbol a árbol? ¿Desde Westfalia avisará la encina Al demacrado alerce del Tirol Que administre mejor su trementina? Seguro que los diarios No lo preguntarán ¿los árboles serán Acaso solidarios? ¿Se sentirá el ombú en su pampa húmeda Un hermano de la ceiba antillana? ¿Los de ese bosque y los de aquel jardín Permutarán insectos y hojarasca? ¿Se dirán copa a copa que aquel muérdago Otrora tan sagrado entre los galos Usaba chupadores de corteza Como el menos cordial de los parásitos? ¿Sabrán por fin los cedros libaneses Que su voraz y sádico enemigo No es el ébano gris de Camerún Ni el arrayán bastardo ni el morisco Ni la palma lineal de Camagüey Sino las hachas de los leñadores La sierra de las grandes madereras El rayo como látigo en la noche?