Cielo fuerte, con el sol para pescar y en la selva todo está para morir y es el río el que sumerge aquí las semillas de tu corazón hoy que una luna entrerriana marco tu destino. Fue tu hembra en la sombra de un palmar y esos años, tu sexo y tu pan pero en el fondo del estanque aquél reflejando todo lo que fue ves que tu amor guaraní se seco lentamente. Era tu amor de la mañana era la flor roja del ceibo eras el ángel aborigen perdiéndose en el agua, llevándose la vida como se va la arena.